La animación japonesa
- Luis R. Obeso
- 9 nov 2016
- 3 Min. de lectura
Dicen que en los tiempos de antes todo era mejor, ese es un dicho popular que de seguro muchos de nosotros hemos escuchado y escuchado más de cien veces. Pues bien, a mí no es que me guste generalizar; habrá cosas en las que este refrán puede que aplique, pero habrá otras en las que no. Para el caso de la animación japonesa, pienso que esas palabras quedan al pelo.
Entrando a modo wiki, les digo que la animación en Japón surgió a partir de la segunda mitad del siglo XX, siendo influenciada en gran medida por Disney, pero, a su paso, se hizo fuerte y se hizo un lugar importante, convirtiéndose en un producto de calidad y relevancia conocido a nivel mundial. No pienso hablar de quienes fueron los primeros ilustres en todo esto de la animación japonesa porque no es eso lo que quiero tocar.
Hago mención otra vez de ese dicho popular: “En los tiempos de antes todo era mejor”. Particularmente pienso que esto aplica muy bien para el anime. Para mí es algo triste que sólo pueda disfrutar de buenas producciones que pueden ser contadas con una de mis manos. No puedo decir que antes todos los animes lanzados a la televisión eran buenos, tenía que haber unos cuantos que no convencieran, que no emocionaran y que no tuvieran ni un ápice de atractivo independientemente de la razón que fuera. Pero… ¿qué pasó, Japón? ¡Antes eras chévere! Pero bueno, bueno, apartando la broma, es muy cierto lo que les digo que sucede en la actualidad con el anime. Se pueden contar las buenas producciones, y el resto, que resulta ser la mayoría de las series animadas que componen una parrilla de temporada, son… Bueno, yo prefiero no decir la palabra. ¡Qué va! ¡BASURA! Son series que no incentivan a nada, en serio, a nada.
Cuando miro al pasado; a esos buenos tiempos de antes, me siento feliz por haber tenido la oportunidad de conocer y disfrutar de series animadas de gran calidad, dígase: Los Caballeros del Zodiaco, Samurai X, Súper Campeones, Zenki, Sailor Moon, Ghost in the Shell: Stand Alone Complex, Sakura Card Captor, Ranma ½, Slam Dunk, Dragon Ball, Dragon Ball Z, incluso Dragon Ball GT porque yo sí disfrute de ver esa transformación fase 4 o, ¿ustedes no? Algunas de estas series pude terminarlas, otras no, sólo algunas sagas; sin embargo, rememorarlas y mantenerlas en mi corazón, sin importar cuantos años pasen, es algo que me hace darles un gran valor, un valor muy significativo.
De nuevo me pregunto, ¿qué pasa ahora con la animación en Japón? Antes no se podía contar con elementos y herramientas con las que los animadores de esta época sí cuentan y, aun así, me atrevo a decir que antes existieron mejores producciones que las actuales. Muchas empresas animadoras se preocupan más por la cantidad que por la calidad. ¿Por qué hacen esto? Sólo les preocupa el dinero, pero caramba, estoy seguro que ganarían mucho más si se preocupan también por dar un producto de calidad. No importa el tiempo que haya que esperar, es todo un placer ver y disfrutar algo cuando está bien hecho, y no cuando ha sido hecho a medias o a la carrera. Pero bueno, no todo es malo, no señor.
A pesar de que son algunas, no muchas, las producciones buenas que se pueden contar en estos tiempos, lo bueno es que todavía quedan estudios de animación que hacen muy bien su trabajo. Shingeki no Kyojin es un ejemplo de excelente animación, un dibujo hasta mejor que el de la obra original; también está Under the Dog, las OVAs de Hellsing, las películas de Berserk, Boku Dake ga Inai Machi y sí, sí, sí, One-Punch Man, una genialidad.
Espero que, entre un tiempo, todos los estudios de animación tomen ejemplo de los que hacen bien las cosas y se empapen de ello para darnos buenas series animadas que nos hagan aventurarnos en muchas historias. ¡Amén!
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